La tecnología no es ninguna panacea. Sin embargo puede ser
muy útil para resolver muchos tipos de problemas.
Uno de los grandes problemas en el mundo de los avances
tecnológicos es sin duda la brecha digital, y la falta de acceso por parte de
la mayor parte de la población mundial a los beneficios de las nuevas
tecnologías.
La fabricación molecular es capaz de desarrolla puertas de
lógica informática que miden unos cuantos nanómetros en una cara, y que se
pueden almacenar en 3D. Todo un súper-ordenador puede caber en un milímetro
cúbico y costar una pequeña fracción de un céntimo.
Con actuadores más pequeños que un bacterium, la fabricación
de una pantalla fina y de alta resolución sería fácil (y barato). Con
frecuencias mecánicas GHz, un aparato mecánico puede detectar y producir ondas
de radio. Así que la computación, la comunicación y la presentación de
información en pantalla son todos posibles a través de tecnología con diodos de
diamantes.
Ordenadores y teléfonos celulares y móviles podrían ser
accesibles económicamente para la gente más pobre en el mundo y podrían llevar
incorporado más que suficiente capacidad de procesamiento para crear interfaces
de voz para usuarios analfabetos.
Asimismo, la fabricación de equipos informáticos para la
creación de redes es cada vez menos costosa, y se están desarrollando programas
de software para redes.
Se podría proceder a la conexión digital de todo el mundo en
cuestión de un año, lo que supondría un enorme paso hacia la corrección de la
brecha digital.
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