Plaga gris es la abreviatura periodística de los peligros de
la nanotecnología: la ingeniería en la escala de una mil millonésima de metro.
Los investigadores han comenzado a explotar las propiedades únicas de la
materia en el más mínimo detalle, la configuración de las herramientas de unas
pocas moléculas a la vez, para producir objetos tan pequeños que podrían
alinearse a medio millón en un milímetro.
Según Amigos de la Tierra, más de 100 productos disponibles
en el Reino Unido - antibacterianos, productos químicos agrícolas, alimentos
para bebés - contienen nanopartículas, y nadie sabe qué tan tóxico que puede
resultar. Químicos y farmacéuticos argumentan que siempre han utilizado la
nanotecnología - todas las reacciones químicas ocurren en la escala de los
átomos - pero ellos no tienen la palabra. Y, añaden, pensar en los beneficios
que puede seguir: pequeños trozos de la maquinaria molecular diseñado para
reparar las lesiones del corazón, destruir las células cancerosas, detectar y
matar a los patógenos, y así sucesivamente.
Aquí es donde el escenario de la plaga gris comienza. Hace
veinte años, en su libro de Motores de la Creación, el científico Eric Drexler
hipótesis de que en el futuro, los motores de las nanotecnologías podrían ser
diseñados para replicarse, tal vez para limpiar derrames de petróleo o
vertederos tóxicos, haciendo nanobots bebé que eliminan la materia repugnante.
Pero ¿y si estos se salió de control, y comenzó a consumir todo? Si se
multiplica de manera exponencial, que podría, pensó, hacer del planeta la plaga
gris en dos días. De hecho, nadie sabe cómo hacer este tipo de vida artificial,
y Drexler después repudiado el término.
El príncipe Carlos no dice haberlo utilizado, pero sin duda
inspirado en "plaga gris" titulares en el año 2003, cuando le pidió a
la Real Sociedad para examinar los riesgos potenciales de la nanotecnología.
Por desgracia, nadie puede afirmar que una tecnología es absolutamente seguro:
la plaga gris seguirá siendo el material de pesadillas campaña.
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